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    A un año del angustioso tiro de Kawhi Leonard con los Raptors

    Gracias a esa canasta Toronto eliminó en 7 juegos a Philadelphia y se enfiló a la Final del Este.

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    Por:
    TUDN.mx.


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    1:18 mins

    Era 12 de mayo de 2019 y los Toronto Raptors disputaban en Scotiabank Arena ante los Philadelphia 76ers en Juego 7 de la Semifinal del Este, era la conclusión de una ardua serie que tenía como recompensa al ganador ir a disputar la Final de Conferencia ante los Milwaukee Bucks.

    El séptimo partido de esta contienda fue la epítome de lo que fue toda la serie, muy parejo, físico, desgastante y el final no podía ser menor, pues con apenas cerca de 5 segundo restando en el reloj, con el marcador 90-90, los Raptors tenían la última palabra, y de fallar, el partido se iba al tiempo extra.

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    En esa última secuencia, los tres mejores jugadores en la cancha fueron los protagonistas. Kawhi Leonard recibió el balón de manos de Marc Gasol, y el ex MVP de las Finales con los San Antonio Spurs empezó su ruta hacia una esquina para jalar del gatillo, no sin antes salirle al paso, primero, Ben Simmons, quien lo hizo acelerar para quedarse en mano a mano con un hombre de 2,13 metros.

    El tiempo seguía su marcha y el reloj a punto de expirar, Leonard se fue a una esquina, y un metro delante de la línea de tres puntos, ante la asfixiante marca de Joel Embiid, alcanzó a deshacerse del balón, jaló del gatillo y tuvo que emplear una pronunciada parábola para evitar un bloqueo o desvío.

    Lo que vino a contonuación es una de las finalizaciones de una serie de Playoff más dramática, sin exagerar, de todos los tiempos: el balón parecía ir en cámara lenta hacia el aro, el público parecía estatua, no reaccionaba hacia un lado u otro, mientras el balón golpeaba cuatro veces en el aro, antes de caer dentro de él.

    Los Sixers acabaron desmoronados mientras todo alrededor era éxtasis puro, efervescencia, fulgor, auténtica locura porque esa agónica canasta de Kahwi finiquitaba la serie y mandaba a Toronto a la siguiente fase, dejándonos un momento para la posteridad.


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