Algo nunca antes visto en el futbol mexicano se presentó en el Luis Pirata Fuente cuando Veracruz se negó a jugar tan pronto se dio el silbatazo inicial del partido ante Tigres y regaló dos goles en poco más de cuatro minutos.

Dicha situación fue la forma como los jugadores de los Tiburones Rojos protestaron por la falta de pago en sus salarios, situación que en principio Tigres aprovechó para meter dos goles y un minuto más tarde, cuando Veracruz aún simulaba jugar cayó el tercero.

En el saque inicial los jugadores del Veracruz lanzaron el balón hacia su portería, mientras realizaban estiramientos en el campo. Hugo Ayala se hincó y levantó las manos.

Cada que les llegaba el balón lo cedían a Tigres hasta que recibieron dos goles sin que el portero Jurado hiciera algo. El primero lo hizo Edu Vargas y el segundo lo convirtió André-Pierre Gignac en lo que representó su gol 100 en la Liga MX, aunque quizás uno de los más amargos que ha hecho.

Así fue la protesta de los Tiburones, mientras el aficionado que pagó su boleto reprobó el acto.