Los Esmeraldas cumplieron en su regreso a casa y vencieron a unos valientes laguneros.
Por:
Fernando Vázquez.
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Cuando la valentía no es suficiente, cuando la garra no falta, pero tampoco ayuda, Santos se plantó con la idea de desafiar al líder León pero los Esmeraldas tenían motivos suficientes para salir avantes. Con el liderato asegurado, los del Bajío brindaron gran partido para venir de atrás y vencer 2-1 a los Guerreros en lo que fue el regreso al Estadio León dentro del Guard1anes 2020 BBVA MX.
La osadía corrió del lado lagunero. Los dirigidos por Guillermo Almada se mostraron compactos en sus líneas y efectivos con el balón. Los Guerreros eran peligrosos con la pelota y agresivos sin ella.
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El líder parecía no tener respuesta para un intento brutal de los visitantes por sorprender a los guanajuatenses, de incomodarlos en su propia casa, recién recuperada. Gorriarán trabajó horas extra, Cervantes le ganó la media cancha a Navarro y Sandoval no creía en nadie.
Con la 'fiera' domada, Santos se dio tiempo para hacer el gol. Furch probó suerte desde fuera del área, un salto a ciegas que acabó con un gran crédito, con ayuda de un Cota que parecía incapacitado para detener el proyectil, el marcador se abrió a los 41'.
La recompensa había llegado a los coahuilenses... al igual que el cansancio. Todo el esfuerzo realizado para someter al mejor equipo de la Fase Regular trajo su premio, pero también su castigo. La valentía perduró, pero el fondo físico escaseó y el espíritu se rompió con otro golazo, ahora de Luis 'Chapo' Montes para igualar todo en el encuentro.
La anotación, poco después de la reanudación, fue demasiado para la escuadra norteña. José David Ramírez hizo oficial la voltereta a los 71' y dejar todo acomodado en su lugar en casa.
Almada lo intentó desde la banca con el ingreso de hombres como Prieto, Valdés desde la cancha con un tiro que puso a prueba a Cota, un Guerrero que se rehusaba a morir, ya clasificado a repechaje pero con el orgullo suficiente para plantarle cara al todopoderoso conjunto dirigido por Ignacio Ambriz. De nuevo en casa, no hay lugar como el hogar.
