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    Hugo Salcedo | ¿Realmente sirve el VAR?

    Se ve falta de capacidad entre quienes señalan qué jugadas deben revisarse y cuáles no.

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    Por:
    TUDN


    Durante muchos años la implementación de la tecnología en el fútbol con el objetivo de tener un deporte más justo fue deseo de todos.

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    Hoy finalmente llegó el VAR (video assistant referee) en la principales ligas y torneos del mundo.

    Contrario a lo que hubiéramos podido pensar la polémica en torno a las decisiones arbitrales no se ha eliminado, por el contrario semana a semana se generan jugadas que pareciera cada vez nos hacen entender menos cuando y cómo se debe hacer uso del apoyo tecnológico.

    Está claro que esa respuesta no la tienen ni los mismos integrantes del arbitraje, la falta de constancia y criterios que sean unánimes son el común denominador.

    Resulta increíble pensar que aún con VAR puedan existir jugadas que no son de criterio con errores graves de los silbantes, este fin de semana en Mexico se presentaron dos.

    Primero, hubo un fuera de lugar inexistente que derivó lo que habría sido un penal muy claro a favor de los Tigres en la cancha del Azteca y otro fuera de lugar que en este caso fue sancionado sin existir que hubiera representado el segundo gol del León en su visita a Torreón.

    Otro grave inconveniente que se ha mostrado es que los árbitros cada vez tienen menos intención de señalar cualquier jugada a velocidad de juego ya que saben que el video arbitraje estará respaldándolos.

    La pregunta que nos hacemos todos es ¿por qué aun con esta gran herramienta que la modernidad nos ofrece seguimos careciendo de arbitrajes que se acerquen a la perfección?

    La única respuesta que puedo encontrar es la falta de capacidad de los silbantes y quienes se encargan de señalar qué jugadas se deben de revisar y cuáles no.

    Wilson ya tiene listos los ovoides para el juego más importante de la temporada en la NFL: el Super Bowl LIV, entre San Francisco y Kansas City.
    Cada balón que se usa en cada uno de los Super Bowls se fabrica en la empresa Wilson Sporting Goods, que está en Ada, Ohio, a una hora al sur de Toledo.
    Aproximadamente unas 80 personas trabajan en la fábrica elaborando a mano los balones. El proceso tiene demasiados detalles que lo hacen muy peculiar, pero también muy preciso.
    Wilson ya tiene listos los ovoides para el juego más importante de la temporada en la NFL: el Super Bowl LIV, entre San Francisco y Kansas City.
    Cada balón Wilson se hace desde cero y a mano en Ada. Desde los que se compran en tiendas, los que se usan en juegos infantiles.
    "Es genial saber que he podido participar con mis manos en uno de los balones que se utilizarán en el juego, en el Gran Juego", dijo Mark Conley, encargado del área de pintura.
    Se fabrican un total de 216 balones en específico para el Super Bowl cada año y se le entregan 108 a cada equipo. Cada ovoide se corta, estampa, cose, ata, infla y moldea antes de embarcarse.
    Wilson ya tiene listos los ovoides para el juego más importante de la temporada en la NFL: el Super Bowl LIV, entre San Francisco y Kansas City.
    Los empleados reconocen que se trata de una dura tarea, pero en lo que se refiere a la elaboración de estos balones especiales, dicen que cada esfuerzo justifica el resultado.
    "Te enorgulleces de lo que haces. Cada quien aquí hace eso, sentir orgullo por su trabajo", dijo Donna Conley, quien es la encargada de atar los balones o lazarlos.
    “Me pregunto si ese balón es uno de los que he cosido. Es un honor", dijo Sandy Sibert, quien tiene ocho años trabajando en la compañía, dicho esto cuando mira por televisión los juegos.
    Desde 1941, cada balón que se utiliza en el Super Bowl se manufactura en Ada, Ohio. Esa es toda una tradición que se realza al saber su proceso con sabor añejo.
    La fabricación de los balones tiene la confección de sus materiales de manera muy cuidadosa, de forma que solo sean protagonistas por cómo sean manipulados en la cancha y no por otros detalles.
    Cada detalle es evaluado por los trabajadores para que no haya escándalos, como los hubo en el pasado.
    Una vez confeccionados, la finalización del balón tendrá en sus costuras el detalle final para el agarre de los jugadores en la cancha.
    Wilson Sporting Goods proporciona al menos 24 mil 960 balones oficiales de juego cada temporada para usar durante el juego para cada equipo.
    En su revisión los árbitros designados por el principal, harán un registro de la medida de cada balón en libras por pulgada cuadrada (psi, por sus siglas en inglés).
    El rango que está permitido por la NFL y sus inspectores es de 12.5 psi a 13.5 psi, y no podrá ser modificado en su nivel de libras por pulgada cuadrada.
    Con los balones listos, los responsables de NFL trabajan en acondicionar el campo para que se convierta en un recinto neutral.

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    Imagen Ron Schwane/AP
    Wilson ya tiene listos los ovoides para el juego más importante de la temporada en la NFL: el Super Bowl LIV, entre San Francisco y Kansas City.
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