Desde el jueves, después de que el Chelsea venciera al Manchester City, resultado que le permitió a los Reds coronarse con siete fechas de anticipación, los aficionados salieron a celebrar a los alrededores del estadio de Anfield rompiendo con las medidas sanitarias que ha impuesto el gobierno inglés en contra del coronavirus.
Los festejos se extendieron hasta la noche del viernes con reuniones masivas en diferentes puntos de la ciudad donde los cánticos, bengalas e incluso la violencia se hicieron presentes.
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A través de un comunicado, el jefe de la policía de Merseyside, Andy Cooke, reprobó los actos e informó que las personas fueron arrestadas por “desorden y enfrentamientos violentos”.
"Aquellos que se reunieron anoche potencialmente han aumentado el peligro de un nuevo aumento de la pandemia. Además, las acciones de la minoría no solo fueron irresponsables, sino también criminales.
“Están empañando la reputación de nuestra ciudad y del Liverpool Football Club.
"Anoche los niños y las familias estuvieron presentes junto a otros, y la intervención policial de mano dura, por lo tanto, no era apropiada en ese momento.
"Más tarde en la noche, 15 personas fueron arrestadas por desorden violento y mis oficiales fueron sometidos a una serie de enfrentamientos violentos. Esto no es aceptable", se lee en la declaración emitida en Twitter.
