El arranque de la Fórmula Uno 2020 será sin aficionados

El campeonato mundial de la FIA por excelencia es la Fórmula Uno, al menos es el más importante, por su importancia, por su envergadura y su modelo de negocio que significa movimiento de miles de millones de dólares todos los años.

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Por eso es importante saber qué es lo que va a pasar con su temporada y cómo afecta a ello, en la economía de los países donde se compite con los autos más tecnológicos del mundo.

El coronavirus asaltó nuestra realidad y golpeó al deporte globalmente y en la particularidad de la Fórmula 1 los tomó por sorpresa cuando confiados, estuvieron a punto de iniciar su primera carrera de la temporada en Australia. Un miembro de McLaren contagiado, un hotel cerrado en cuarentena por el COVID-19 y la temporada tuvo que retrasarse y cancelar su primera carrera.

De ahí en adelante, la pandemia creció y afectó más y más a las personas alrededor del globo y los gobiernos prohibieron aglomeraciones de personas y si en un gran premio solamente el personal necesario para operar una carrera son al menos cinco mil personas, pues queda claro que se complican las cosas.

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Poco después Bahrein se pospuso, luego la carrera en Vietnam, la que iba a debutar en el calendario tuvo que cancelarse, China también se suspendió, mientras que el regreso del Gran Premio de Holanda tendrá que esperar para celebrar su fiesta y los organizadores cancelaron su cita.

España en la esperanza de poder recibir a la Fórmula Uno, suspendió su evento, pero Mónaco no puede darse el lujo de moverse porque implica el cierre de la ciudad porque se corre en sus calles y provoca cambios económicos, urbanos, turísticos y demás que no son fáciles de sortear sin la programación adecuada y cancelaron su participación en 2020.

Las calles de Baku en Azerbaiyán esperan poder aparecer y suspendieron su prueba igual que los organizadores de la competencia en Canada, en Europa, Francia también canceló.

La zozobra puso a temblar a todo mundo, el coronavirus no dejó de avanzar y de afectarlo todo, hasta las organizaciones de los equipos que debieron ‘mandar de vacaciones’ forzadas a su personal por la incapacidad de pagar sus sueldos.

Y justo por eso es importante poder arrancar, para activar económicamente los engranes del campeonato, de los equipos, los socios comerciales ó patrocinadores, pero también la imagen del serial de carreras que como herido de muerte ha esperado tres meses.

Pero ahora que los números van a la baja en casos de coronavirus, las medidas pueden relajarse si se siguen ciertos protocolos. Distancia segura, personal mínimo pruebas frecuentes por COVID-19, viajes aislados para vivir dentro de una burbuja segura y tener que correr sin aficionados en las gradas es la solución.

Comprometer toda una temporada es demasiado y Liberty Media, empresa dueña de la Fórmula Uno armó su calendario provisional, ocho fechas en una primera entrega de un calendario que esperan pueda llegar a las 15 ó 18 carreras.

Arrancando el 5 de Julio se correrá en el Red Bull Ring de Austria y a la semana siguiente repetirán circuito con la segunda en esa lista antes de ir a Hungría y competir por tercera semana consecutiva antes de llegar a la Gran Bretaña y poner a rodar al contingente de 20 autos.

El 2 de agosto es la cita para el GP de Inglaterra y la semana inmediata siguiente será el Gran Premio de los 70 años de la pista en la Fórmula 1. La sexta fecha se corre en España, en concreto en el trazado donde se hacen las pruebas de pretemporada.

Seis carreras en seis semanas consecutivas. Todo un festín para los aficionados por televisión, pero no en las gradas. Ahora llega un descanso antes de llegar a Spa Francorchamps, otra cita clásica el 30 de agosto y cerrar en la catedral de la velocidad el 6 de septiembre en Monza, Italia.

Para julio como muy tarde, esperan poder presentar el resto del calendario, pero por lo pronto, estos ocho eventos sirven para inscribirse como campeonato mundial oficial de la FIA:

Así es como las ocho fechas se van a competir en Europa, y la Fórmula Uno espera que para cuando se terminen estas competencias en la etapa siguiente se puedan recibir aficionados en cada evento, coronavirus mediante.

Eso sólo el tiempo lo dirá, lo que es cierto es que la activación beneficiará al deporte, a la industria del entretenimiento, a la economía de los participantes y aunque no lo parezca, será una promesa de que las cosas mejorarán en poco tiempo.